TIERRA DE VAMPIROS - Capitulo II

Los Vampers buscaron un lugar ideal para fundar y organizar su reino, lejos de los inferiores humanos y en la completa clandestinidad, pues estaban condenados a no ver la luz del sol que representaba la presencia de Dios y de la cual habían sido expulsados. Es por esto que buscaron un lugar cerca a las montañas y que fuera de difícil acceso al hombre. Los Vampers consideraban al hombre un ser inferior, pero peligroso por su rápida multiplicación y expansión por toda la tierra.

Por lo que Drak Tehel fundó Transvelvia, la madre de vampiar o la tierra de los vampiros, en un lugar oscuro en cualquier época del año, sombrío y donde las noches reinaban en completa oscuridad para permitirles hacer de sus más viles actos el reino del terror en esta parte del mundo creado. Solo la luz de la luna llena les era permitida contemplar y en las noches de este fenómeno de la bóveda celeste se fortalecían y atacaban a las nacientes aldeas humanas con mayor perversidad y fuerza.

Al principio vivieron en cuevas colgados de los píes para poder cazar con destreza a sus víctimas, tal cual murciélagos hambrientos al acecho, por lo que los pocos sobrevivientes corrieron el mito de los hombres-murciélago asesinos por todas las comarcas del continente.

Drak Tehel era un ser oscuro, de aspecto lúgubre, pero de presencia hermosa y atractiva. Con sus ojos gris eléctrico cautivaba a las aldeanas, quienes no resistían las palabras seductoras y perversas del rey de los chupa sangre. Un día Drak vio como se bañaba en el rio la hija mayor del jefe de la aldea más cercana a Transvelvia, ella se llamaba Zhav. Su cuerpo bien formado compuesto de hermosas y bien delineadas curvas, su rostro angelical y su cabellera negra azabache que contrastaba con su hermosa piel canela lo cautivaron de sobre manera. Era un ser hermoso como nunca había visto, ni en el cielo ni en la tierra, era una criatura especial para sus ojos.

Ninguna de sus víctimas había impactado tanto en los ojos del pervertido ser. Esta vez un sentimiento diferente lo atraían a la desprevenida bañista. Esperó a que se cambiara para poder acercarse, pues no quería asustarla. Quería saber de ella, conocerla y saber de su origen. Por primera vez no pensó en extinguirle la vida, la respetó.

Henry C.D.

TIERRA DE VAMPIROS - Capítulo I

En los tiempos antiguos cuando el hombre era primitivo y rudimentario, las fuerzas del mal fueron expulsadas del cielo y en la oscuridad donde fueron enclaustradas crearon sus propios reinos y dominaciones. Entre estos reinos hubo uno que se destacó por encima de los otros. Liderado por un ángel caído muy orgulloso y lujurioso quien al ver a las hijas de los hombres sintió el incontrolable deseo de unirse a ellas.

Este perverso ser, llamado Drak Tehel, tenía también la incontenible costumbre de beber hasta el cansancio la sangre de sus víctimas, lo que le daba un poder especial y le hacía más fuerte. Disfrutaba y se saciaba con el placer de hacer suyas las hijas de los hombres y no contento con esto les extinguía la vida al consumir con sevicia hasta la última gota de su vital líquido rojo.

Aprovechaba la inocencia y la creciente curiosidad de las hembras humanas para seducirlas, su aspecto misterioso y muy bien parecido lo hacía atractivo a sus víctimas quienes caían rendidas ante sus encantos y su habilidad para la lujuria y seducción. Una vez bajo su dominio las víctimas eran sometidas a los más perversos actos sexuales y por último al mortal ritual de la succión de la sangre que las dejaba como inertes cuerpos cadavéricos y sin un hálito de vida.

Muy pronto su perversidad se hizo famosa entre los seres oscuros, por lo que muchos quisieron seguirlo y colocarlo por encima de ellos para que los liderara en busca de saciar sus más bajos deseos. Y es así como se formó el reino de los Vampers, o vampiros seguidores y descendientes de Drak Tehel, seres oscuros con gran poder de engaño y seducción, capaces de arrasar aldeas y asesinar personas con el fin de saciar su sed de sangre.

Muchos Vampers fueron descendientes de Drak Tehel al ser mordidos por este, puesto que con dicho acto, recibían parte del poder y maldición del señor de la lujuria. Otros surgieron de la unión de los nuevos vampiros entres sí, al entrar en largas orgías sexuales donde las hembras vamper copulaban y se embarazaban para acrecentar el nuevo reino. Pero ninguna hembra chupa sangre había sido tocada por el poderoso Tehel, ya que al señor de Vampiar solo le gustaban las hijas de Eva.

Henry C.D.